El pasado mes de agosto, aprovechando una visita al monasterio de Santo Toribio de Liébana, situado a unos dos kilómetros de la localidad cántabra de Potes y en el corazón de los Picos de Europa, le hice entrega a los monjes franciscanos, en nombre de la Hermandad, de nuestra medalla para agradecerle su colaboración mediante un artículo que será publicado en el boletín especial que próximamente se va a editar.
En dicho monasterio de Santo Toribio se encuentra el “Lignum Crucis”, en latín “Veracruz”. Es la reliquia más grande que de la cruz de Cristo existe en el mundo, y que tuve la inmensa satisfacción de poder besar. Esta reliquia es incluso más grande que la que se encuentra en el Vaticano y por eso Santo Toribio de Liébana es considerada como la pequeña Jerusalén.
Y qué mejor lugar para nuestra cofradía de la Veracruz de Villargordo, que su medalla se encuentre entre los muros de Santo Toribio junto con la reliquia de la cruz de Cristo.
Y la entrega de la medalla la hice en nombre de todos los hermanos de la Hermandad como así se lo hice saber y fueron muy emotivas y muy sinceras sus palabras de agradecimiento.
Fue un momento muy emotivo y que me dejó una huella imborrable.
Jesús Ibáñez
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